Laura Giordani, Isabel Garcia Canet, Àngels Lence, Garikoitz Knörr i Pamela Rako foren, l'octubre passat, les veus de les diverses versions que conformen el llibre de poemes Novunque (vertebre romane) i que es va presentar en el marc de les activitats de Mostra Viva. El llibre, il·lustrat per Agnes Daroca amb la sèrie "Mujeres", compta amb traduccions al català, espanyol, gallec, èuscar i portugués realitzades per Jaume C. Pons Alorda i Lucia Pietrelli; Carlos Vitale; María Do Cebreiro i Marco Paone; Àngels Lence i Miren Agur Meabe. A continuació podeu llegar les paraules que, Laura Giordani, va pronunciar amb motiu de la presentació del llibre a València:
“MÁS ALLÁ DE LOS MUROS SUSPENDIDOS"
Estamos ante un proyecto
multilingüe con ilustraciones de Agnes Daroca. La idea del libro fue concebida
después de una estancia en Roma de la autora en el otoño de 2010 y fue escrito
originariamente en italiano y traducido desde el mismo alumbramiento a cinco
lenguas: gallego, euskera, español, portugués y catalán.
Novunque,
palabra que no existe en el diccionario, significa “da nessuna parte / in
nessun luogo”: de ninguna parte, en ningún lugar. Formalmente, encarna en
treinta y tres tankas. El tanka es un tipo de poesía tradicional japonesa que
consta de cinco versos de 5-7-5-7-7 sílabas (onji). Hace más de 1400 años se
registraron los primeros tankas y su principal utilidad era la de transmitir
mensajes secretos entre amantes. Se enviaban escritos en un abanico o amarrados
a una flor o un pañuelo y eran
entregados en propia mano por un mensajero… luego, se escribía un tanka en
respuesta al primero. Estos poemas breves debían estar redactados de manera que
los enamorados supieran a qué se hacía referencia, pero ser lo suficientemente
crípticos para que el intermediario no se enterase de su contenido.
A través de los siglos, los
poetas fueron escribiendo tankas que abarcaron otros temas como la naturaleza y
la realidad social. Es obvio que el tanka se relaciona con el haikú, basta con
observar que si a un haikú se le añaden dos versos más de siete onji —tomados
como sílabas— tendremos un tanka.
Es grande el cielo
y arriba siembran mundos.
Imperturbable,
prosigue en tanta noche
el grillo berbiquí.
Este precioso tanka que habla
de un grillo (el poeta) que canta imperturbable ante una humanidad que avanza y
conquista el espacio, fue recitado por Octavio Paz durante su discurso de
aceptación del Premio Nobel en 1990.
"Me di cuenta, después, de que,
en su vulnerabilidad, el extranjero sólo podía contar con la hospitalidad que
le brindase el prójimo. Igual que las palabras se benefician de la hospitalidad
de la página en blanco y el pájaro, de la hospitalidad, incondicional, del
cielo." [Edmond Jabés, El libro de la hospitalidad]
(A César Simón, in
memoriam)
El grillo canta
la conciencia justa y
efervescente
que roe en la noche
la carne restregada.
[Novunque (vertebre romane), Colección ONCE, Amargord Ediciones, Madrid, 2015]
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